martes, 21 de septiembre de 2010

Memorias IV

Odiaba los vestidos que mama me compraba y obligaba a usarlos. No había cosa que detestara más que los vestidos ampones pero a papa le hacía muy feliz verme con ellos, sobre todo cuando bailábamos. Por él conocí a Chava Flores, las hermanitas Padilla, Carlos y José, los Cadetes de Linares. Los domingos por la tarde los dedicaba a escuchar música. Prendía el estéreo y se sentaba en el sillón a disfrutar, sin hacer nada más, solo escuchaba, se perdía en sí mismo y muchas veces hablaba solo (costumbre que también tengo) Pero en otras ocasiones ponía los sones y jarabes de su tierra Yalalag que me enseñó a bailar. Ahora nadie escucha esos discos en casa de mama, a mí porque me da mucha tristeza.

A papa le hubiera encantado aprender tocar el acordeón, meses antes de que falleciera estaba pensando seriamente en comprarse uno.





Hubo una vez un hombre llamado Otón, que tocaba el bajo, tenía una banda de música tropical y era galán. Eran finales de los setenta cuando comenzo a tomar. Los años que yo llevo de vida él los ha empleado en ahogarse en alcohol. Lo ha perdido todo. De aquellos años como músico sólo quedan unas fotos y los discos de Rigo Tovar y su costa Azul, Los gatos negros y Leo Dan. Es una verdadera pena, cuando esta sobrio es un hombre formidable, que cocina, es creativo, sensible, sencillo, inteligente pero el alcohol lo ha consumido casi por completo. No sé donde está ahora, es probable que este encerrado prolongando su agonía. Al menos me dejo un archivo musical que me hace sonreír. Esta canción me parecía tan dramatica



Al estar entre tanto hombre sentía la enorme necesidad de buscar refugio femenino y mis primas cumplían muy bien ese papel. Aun así por más que escuchaba a Daniela Romo, Yuri, Emmanuel, fandango y cuanta payasada televisiva nada de eso me emocionaba tanto. Aunque aprendí varias canciones de la época y debo confesar que de entre todo ese pop hipercomercial, el que me flecho el corazón a primera vista fue Miguel Bosé. Me enamore- me enamore ¡Salvaje y malo!