viernes, 7 de mayo de 2010

Untitled

Algo violento crece, imágenes sangrientas veo y siento, quiero cerrar los puños y destruirle la cara a los mal nacidos, a los no deseados a los imbéciles. Soy un criminal sin escrúpulos, frio y calculador; alguien que planea todo minuciosamente, que es capaz de torturar: choques eléctricos en los testículos, empalar, arrancar las uñas, prensar los pulgares, inquisidora, hitleriana, convertir al criminal en objeto de estudio, prueba de laboratorio, conejillo de indias, rebanarlo como jamón, experimento a largo plazo. Violar a su madre y cercenar a su mujer. Matar de hambre por años. Un guiñapo ¿recuerdas el final de Freaks, la película de 1934? ¿Recuerdas como quedo la bella dama del circo? Fantaseo con la idea, me complace pensarlo y llevarlo a cabo.

¿Entonces en qué me abre convertido? Pero el mundo necesita equilibrio ¿no? Maldad y bondad, no todo es negro y blanco, nada es en su totalidad es bueno o malo ¿y quién decide eso? ¿La moral, la ética, los valores, el miedo, el universo, la vida, la cultura o la mente obtusa del ser?

Una vez soñé que mataba a mi madre, el cuchillo entraba por su estomago y se deslizaba con tal suavidad que cualquiera se podría enamorar de la sensación. Y otro día soñé que un hombre gordo me quería llevar con él y por más que lo golpeaba con todas mis fuerzas su cuerpo se volvía de gelatina y mis puños no le hacían nada ¿por qué la mente te juega esas desagradables bromas?

¿Por qué pensé que el café moka me levantaría el ánimo? Ahora no puedo dormir, tampoco puedo llorar y mañana no asistiré a mi clase de tae porque prefiero ganar un varo para reponer lo perdido.

Y me quedo quieta, mi corazón late con rapidez, es el azúcar que me hace daño y sin embargo lo volví hacer. ¿Es sabotaje, autoengaño, domar a la bestia? Y sin embargo lo volví hacer…