martes, 27 de julio de 2010

Pasta Azul

Soñé que el gato entraba corriendo por la ventana, otros gatos iban tras de él y yo me enfrentaba a ellos enseñando los dientes, pero no me temían y por el contrario, me enfrentaban. Después soñé que me regalaba un libro de pasta demasiado gruesa para las pocas hojas que contenía, pero no me emocionaba, algo me decía que ese libro azul tenía algo malo, cuando lo revise encontré una dedicatoria sin sentido con letras curveadas y olor a una pendeja de piernas flacas. ¿Cómo te atreves a regalarme eso? En el sueño lo arrojaba directo a su cara. Y él me contestaba –es que ya no me gusta- ¡Vete a la chingada! No, mejor si regrésamelo para que ya nunca más lo tengas en tus manos, pero el desgraciado lo escondia...grrrr!

Solo necesito un pretexto para romperte la madre, sino te mato es porque mi vida vale más que la tuya.Podría despedazarte con los dientes, enterrarte mis dedos hasta llegar a los huesos. En esos momentos siento tanto odio. Nadie puede imaginar cuánto.


Mierda de sueños, a veces son tan reales que me dan ganas de salir a buscar ese libro y quemarlo.


Qué estoy loca? Qué lo olvide? ¿Enferma acaso? Eso quisiera pero ese halo de putería parece uno de esos bichos que sale de madrugada a comerse mis desechos.


Por eso hoy no duermo, no hay nada de qué preocuparse, son esos días complicados, aunque...no descarto la idea ;)

martes, 13 de julio de 2010

Mis estúpidos fans...(thanks Bart Simpson)

Quise
Quiero
Querré
Quería

Hoy por la tarde llego un mensaje de un fulano que dice morir por mí, me dice bonita y quiere estar conmigo ¡Lo que me faltaba! ¿Por qué MI VIDA se empeña en restregarme en la cara a las personas que no me interesan, que no son lo que busco para mí y se aparecen como plagas?

No estoy de humor desde aquel día que otro fulano me hizo sentir que lo que busco es mucho y que quizá no esté a la altura de las circunstancias. Me siento como una bestia que quiere salir del bosque en busca de una bella de otro cuento. Me hace sentir indeseable, devaluada sin nada que ofrecer. Me siento como aquellos primeros hombres que intentaban volar y todos se reían de ellos.

¿Uno tiene lo que merece? ¿Acaso merezco una persona que no puede ni con su vida? ¿Acaso merezco una deuda bancaria? ¿Unas vacaciones renegadas? ¿Una puta vida sin detalles o pasiones?
¿Qué me quiera solo porque me lo tiro con ganas? ¿Qué sea oscuro objeto de deseo?

No pido más de lo que yo puedo dar o tal vez soy tan ciega como para no darme cuenta que no tengo mucho que ofrecer.

-“Cualquiera querría andar contigo”-
-¿En serio? ¿Y quién es cualquiera que no lo veo por ningún lado?

Me voy a donde se han ido las moscas del verano, intenten atraparme