jueves, 1 de octubre de 2009

1 de octubre de 2009



Las relaciones humanas son complejas. Mi relación con Cortisona llego a su fin, de una manera sorpresiva pero franca.

Amo, amo a ese hombre, amo sus ojos, amo su sonrisa; las charlas interminables, las caminatas, la música que compartimos, la que hacemos; su presencia y su ausencia; su enojo y su tristeza.

Los que me conocen se han sorprendido de mi confesión: Yo quería vivir con él, quería compartir mi vida y mis sueños, también las tristezas pero a veces las cosas no son como uno quisiera, a veces la vida o el destino tiene otros planes. Nosotros dejamos a un lado nuestra vida de pareja para dedicarnos a construir la vida de nuestra banda. Y la verdad es que no tenemos nada en que apoyarnos.

Resulta trágico que nuestra relación en muchos sentidos parezca de adolescentes. Su visión del futuro no coincide con el mío y la forma en conducir su vida no la comparto.

Me ha rebasado el tiempo, el reloj me pisa los pies y ya no puedo seguir esperando más, mucho menos cuando veo en sus ojos que existe mucha duda y pesar.

Nos amamos pero es muy cierta aquella frase que dice que a veces el amor no es suficiente.

Ya se veía venir, ya la relación estaba enferma y no quería llegar al momento de tener que darle primeros auxilios, ni mucho menos besar a un muerto.

Pero nadie se atrevía a tomar una decisión a dar un paso y yo lo tuve que hacer, no de la mejor manera porque ni siquiera fue planeado. Asumo las consecuencias y sé que podrá llamarme puta, mierda, hija de la chingada y dentro de la tormenta me odiara, despreciara y a mí me dolerá hasta decir basta, sé que abra momentos de intensa oscuridad que no nos permitirá ver las cosas en su justa dimensión y nos hará decir y hacer cosas que nos partirá muy seguramente la madre. Sé que esta noche yo soy la mala, la perra mentirosa y la que termino con todo porque nunca he estado satisfecha con él.

Sólo le pido al universo que un día él me perdone y que su odio se convierta en comprensión. Sólo ruego que sus palabras se vuelvan una realidad y todas las cosas bellas que tiene en su corazón lleguen a buenas manos.