miércoles, 22 de abril de 2009

A la Chin....

Pues sí, estoy hasta la madre. Hasta la puta madre, pero eso me lo he buscado por creer ciegamente en la gente y de eso nadie es culpable más que yo.

Podría ser mejor, podría tener algo mejor. “Yo lo merezco”, puedo tener algo que me haga sudar, que me vibre, que me haga temblar, que me emocione, que me rete, que me haga saltar para sobrevivir, que me haga sonreír, que me haga crecer y tratar de ser mejor. Pero no, soy yo la que tiene que respirar profundo y ayudar a los ciegos cuando yo misma soy muchas veces una tuerta. Y lo peor es estar acompañada de alguien que teme y podría decirse que hasta es un conformista.

Y todo para que luego vayan a llorar y a acusar de que “presiono demasiado”

No puedo esperar que todos estén a la altura de las circunstancias, que tengan la misma entrega ni el compromiso, no puedo esperar que todos respeten y tengan la misma visión que yo. Nadie me obliga a estar aquí, nadie me podrá acusar ni señalar por no haberlo intentado. Quizá lo que más me molesta es la ceguera con la cual “veo” a la gente, la ceguera que me ayuda a encubrir sus defectos y sus desfachateces. Y no son más que un espejo de mí ser
Váyanse todos al demonio….menos tú y tú.

En este momento podría estar en Alemania terminando mi idioma o en Francia vagando por el subterráneo o qué tal en Barcelona con las vacas sagradas de la comunicación. Si tuviera agallas estaría en Playa del Carmen o no vayamos tan lejos, estaría en la colonia San Rafael, en la calle de Serapio Rendón en un depto con marquesinas llenas de cactus, con un cuadro de mi amigo chubaca y retratos a blanco y negro de mis bisabuelos en las paredes; con una vajilla cuadrada y cubiertos de mangos trasparentes; mi colección de brujas; con un gato o hasta dos echados en la entrada esperándome. Sin tener que darle cuentas de mi vida a nadie, con mi desorden perfecto, sin tener que esperar a “alguien” con la absurda idea que no estoy completa si no estoy acompañada.
Si regresara, si volviera a tener 14 años estaría profundamente decepcionada de mi misma ¿Qué carajo te paso? ¿Dónde te metiste? Esto es ni una milésima de lo que espera de mi-de ti