miércoles, 15 de julio de 2009

Sin cena

Muero de celos, muero de envidia. Soy deshonesta y río como quinceañera. Me derrito por las madrugadas, por las mañanas también. Sal en mi piel, ácido en mi entrepierna.

Quiero hacer una cena, quiero consentir tu paladar. Más tarde consentir mi paladar, degustar de tu sexo. Pero me quede con las ganas.
Por otro lado…
Entre el gimnasio y las clases de Tae kwon do todo va bastante bien, excepto que el sábado tuve un dolor de brazo que se extendió hasta el hombro. No lo podía mover por lo que no pude ir el lunes.
La chica bonita de ojos de muñeca no ha ido, lleva varios días sin presentarse. La admiraba y la envidiaba al mismo tiempo. Su hermosa silueta y esas nalgas maravillosas era inevitable no verla. En cambio tengo un nuevo admirador. Un hombre de unos 45 o 50 años. Mano derecha del maestro de Tae. Lleva muchos años en esto.
-Eres una floja, ¿Por qué no viniste el lunes?
-Me lastime el brazo y además trabaje por la mañana
-Eso es bueno
Se sienta a unos metros de mí. Observa como trabajo mi espalda, como jalo las pesas. Me mira de arriba abajo y me sonríe.
-Te vas a desgastar
-jajaja, no lo creo.
Lo ignoro, me concentro en mi rutina. Observo mis movimientos a través del espejo.
-¿Qué haces saliendo de aquí, a qué te dedicas? ( lo que quiero decir en realidad es: -¿A qué te
dedicas a parte de coquetear mujeres que podrían ser tus hijas?)
-Voy a mi taller
- ¿Taller de qué?
-Taller mecánico, tengo un taller y más tarde me voy a torneo de semifinales. La semana pasada eran simulacros y casi nos peleamos, ahora que es el bueno a ver qué tal nos va
-Es el clima, hace mucho calor. La gente se pone muy loca y violenta
-Te dejo para que sigas con tu ejercicio
-ok
Se acerca y coloca su mano derecha en mi cintura, me besa la mejilla derecha y al alejarse me cierra el ojo.
Me recuerda a mi maestro de educación física de la secundaria, también era un desmadre. Se llamaba Bernardo Trejo Bustos pero nosotros le decíamos el senos, el chichis, el tetas y todos los sinónimos que un chavito de secundaría y su infinita imaginación puede sacar.
Desde que llegue a la clase el hombre no deja de mirarme, me hace la plática y siempre está atento a que haga bien mis movimientos. Me busca hasta en el gimnasio. Ya todos se dieron cuenta, hasta el instructor, él y mi sobrina me hacen bromas al respecto.
-¿Nueva conquista?- preguntan mientras se ríen burlonamente
-Podría ser su hija – contesto riéndome para evitar más carrilla.

¿Y ahora?


martes, 7 de julio de 2009

Papá

La alarma sonó a las 8 en punto de la mañana. Estire mi mano para apagar la música esperando que se activara dentro de cinco minutos, pero no fue así. Me quede dormida profundamente y comenzaron los sueños extraños y sin sentido****


*Llegaba a casa, abría la puerta y el gato negro se salía corriendo. Un vehículo se aproximaba y no me importaba atravesarme y ser yo la atropellada, a como diera lugar tenía que coger al gato y llevarlo de vuelta a casa. No iba a permitir que otro minino muriera de la misma forma, no lo soportaría.


**oscuridad, pesadez, ¿eran las cuatro de la tarde? No lo sé pero no me era agradable esa sensación.


***Sr. Cortisona debajo de las cobijas conmigo. Yo le daba la espalda y él buscaba mi cuerpo. Me desnuda y se pega a mí, de pronto….


****Abro los ojos, siento que alguien está en el cuarto, siento que alguien está sentado en la orilla de la cama. Retiro las cobijas y lo veo sentado sonriéndome. Me levanto rápidamente y me lanzó a sus brazos


– ¡viniste a verme! ¿Por qué no habías venido?-


No dice nada, solo me sonríe. Lleva puesta su chamarra café. Me abraza y siento su espalda, siento su calor


– ¡Qué bueno que estas aquí!-


Acaricio su espalda. No quiero que se vaya. Quiero que se quede conmigo, quiero que el instante sea eterno, quiero decirle que lo amo, que lo extraño. Lo estrecho y él también. No lo suelto. Con mis dedos recorro su nuca, su cabello sus orejitas. Estoy segura, me siento protegida, nada me puede pasar si estoy con él, me siento agradecida. Nos quedamos abrazados…fade out


9:50am ¡En la madre! Es tardísimo. Me levanto corriendo, me preparo, salgo volando a mi junta de las 11 de la mañana. Subo al trasporte, me coloco los audífonos viene a mí el sueño. Veo el rostro de mi padre. Me alegro porque hacia tanto que no me visitaba. Siempre que lo veo esta feliz. Cierro los ojos y recuerdo el abrazo. Una lágrima se me escapa, luego otra y otra, es irremediable. Las seco con discreción.


¡¡Lo extraño a horrores!! Y no puedo evitar escribir esto y llorar

jueves, 2 de julio de 2009

El EP que nadie espera

El EP que nadie espera del grupo mundialmente desconocido: Delicado. Ya puede ser descargado de forma gratuita a través de www.molecularecords.net.






Próxima tocada en el Plastiko bar, el viernes 10 de julio.




Tengo otro gatito, es negro y berrinchudo. No sé porque no había escrito sobre él, tal vez porque no era mi plan quedármelo, quería darlo en adopción pero nadie levanto la mano. Así pues se quedo en casa, además le hace compañía a la Yuú. Se ven hermosos cuando se limpian y duermen juntos.

¿A caso no es hermoso?


Aqui las dos bolas de pelos



Comienzan mis clases de Tae kwon do. Desde hace mucho que las estaba posponiendo, pero eso se ha acabado, a partir de esta semana por la mañanas será de disciplina y acción.



Asesinaron a un hombre a una cuadra de la casa de mi madre. Tal cosa jamás había ocurrido. El hombre iba en su camioneta blanca acompañado de su esposa, habían ido a retirar dinero cuando fueron alcanzados por dos tipos que aprovecharon el alto del semáforo para interceptarlos y quitarles el efectivo. El hombre se negó y le metieron dos tiros. Mi madre paso por ahí a escasos segundo de lo acontecido. Pudo ver al señor y a su esposa que no daba crédito por lo ocurrido. Mi madre en un principio creyó que el señor se había desmayado o algo así pero enseguida entendió que lo que estaba viendo era un muerto. –Yo jamás escuche un disparo- me dijo nerviosa. Pobrecita, se espanto y pues cómo no hacerlo. Desde hace un poco más de treinta y cinco años que vive ahí y nunca habían asesinado alguien en ese barrio, mucho menos a unos pasos de la casa.

Fue testigo del coraje y la rabia de la familia. Los hijos del señor, que a decir de mi madre no pasaban de los veinte años, llegaron antes que la policía y la ambulancia (¡¿Cómo es posible?! ¡Oh, Méxicoooo!, diría Tomas Mojarro) lloraban y golpeaban la camioneta. Uno de ellos quiso darle primeros auxilios, en arranque desesperado y de negación ante la muerte de su padre. La policía llego y cerraron la calle para la circulación. La esposa se mantenía inmóvil, temblaba y solo contestaba con monosílabos las preguntas de los polis. A mamá se le salieron las lágrimas ¿Qué podía hacer ella?



Pero no podemos dejar que este tipo de cosas nos intimide e interfiera con nuestra vida o nos provoque miedo al salir a la calle. No importa que sea de día o de noche, en la esquina de tu casa o saliendo de tu trabajo o escuela, “Cuando te toca, te toca” Decía mi papá.



Al día siguiente dos periódicos amarillistas se dieron vuelo con la nota. Ahí aparecía el pobre hombre y al fondo el muro del Kinder al que yo asistí. Cuando vi la foto entendí a mamá y sus lágrimas. ¡Mierda!