domingo, 22 de noviembre de 2009

Un día cualquiera

Los idiotas siempre lo serán, al menos para los que los ven así

La culpa es un arte que no se debe subestimar

No necesito una pareja, solo quiero un hombre que sepa follar y morder los omoplatos

Mis pezones tiene el color de la nutella. Alguien, alguna vez en algún lugar me dijo que sabían a dulces típicos mexicanos pero no me dijo de qué región.

He llorado y más de una vez lastime mi cuerpo, ahora lastimo el cuerpo de otros y no lloramos por eso

Lo mejor que me puede pasar es el autoengaño ¡qué fortuna!

Hay días en que hablar no se me da porque me la paso tragando como si fuera el último día de mi vida

Ahora soy un cerdo, me siento como tal. Si alguien gusta probarme sabrá que no miento.

Si tenías dudas respecto a mí, te di un buen pretexto para pensar que soy una puta que no merece un departamento

Hablando de putas, me volvieron a confundir con una sobre Puente de Alvarado. ¿Las putas de hoy llevan pantalones y grandes mochilas tras la espalda? ¿Ahí llevan juguetes sexuales? No lo sabía.

Empiezo a sentir hambre, hace mucho que no me pasaba. Casi de inmediato se convierte en ardor y luego se llena de aire. Es ese malestar que empieza a recorrer tu cuerpo y te pone de mal humor. A mí me da taquicardia si no como a mis horas y en el peor de los casos comienza una ansiedad que dura hasta por dos días.

La autodestrucción es infalible, nadie mejor que tu para sabotearte. Mi estomago me está matando y yo a él ¿Quién ganara? El gastroenterólogo y las medicinas de patente. Ganara la desidia y el cáncer.

Disculpa por no llegar con un plano o un diagrama con el plan maestro de nuestras vidas

Olvide mostrar mi cuenta bancaria y el fondo de mis ahorros

Desde luego que jamás lo he hecho, lamento que te moleste que quiera aprender a vivir

Los crepúsculos y los “sunrise” se piden bajo la luz de las constelaciones

El dolor de cabeza perdura.

Hay un asiento reservado para mí

Un espía con ojos homosexuales

Un cerillo que quema los dedos y raya mi paciencia



Dracus: - ¿Qué seriamos sin manola?
Hermana: ¡manola!
Señorita ácida: Manola me ha dado grandes momentos, confieso que me la he pasado mejor con ella
Dracus: WTF????!!!!!
Señorita acida: Querían confesiones, ¿no?

Esta bien, baje por algo para comer, tengo flojera de hacerlo.

El día empezo mal, comenzo a mejorar y por la noche empeoro.

Atarax-atarax otra vez te ire a visitar