martes, 31 de marzo de 2009



Afortunadamente de niña pude ver mucho cine, cosa rara era que muchas veces preferíamos ver uan película que una caricatura. Cuando tenía como seis años vi la película Freaks y quede impresionada, también vi Furia de Titanes, las películas viejísimas de King Kong y Godzilla, en fin cine de todo tipo.
Siendo una pequeña compartía mi mundo con una de mis tías más entrañables: Sara, que me introdujo al cine mexicano.

Cuando la Kro nació, obvio, mi madre se ocupo al cien por ciento de ella y yo me tuve que hacer a un lado y como ya no me prestaba la misma atención decidí mudarme de casa y de mama. Adopté a mi tía como mi nueva madre.
Pasaba horas en su casa, amaba como cocinaba y amaba el aceite de que usaba para peinarme, pero lo que más disfrutaba era sentarme con ella a ver las películas mexicanas por la tarde. Ella bordaba y yo disfrutaba a su lado. Fue así que conocí a actores y preciosas películas del cine Mexicano. De los hermanos Soler a Julissa, de Columba Domínguez a Ernesto Alonso, del cine de rumberas a los Caifanes.

"Días de Otoño" con Pina Pellicer e Ignacio López Tarso 1962

¿Cómo olvidar películas como La perla, María candelaria, La malquerida, Cuando los hijos se van con Fernando Soler, Sara García y el señor Carlos López Moctezuma (ese hombre me daba muchísimo miedo) Campeón sin corona o Ladrón de cadáveres y montón más? Creo que llegue a ver todas la filmografía de Tintan, Pedro Infante, la mayoría o por lo menos las películas más conocidas de María Félix.


Me impactaba la belleza de Dolores del Rio y Katy Jurado, Columba Domínguez, Gloria Marín, Rosita Arenas, Carmen Montejo, Sara Montiel y Miroslava pero me caía muy mal Libertad Lamarque y su eterno papel de sufrida. Tampoco soportaba a Manolin y Shilinsky, Clavillazo y a Resortes ¡Me cagaban! y más los filmes del españolito ese “Joselito” ¡aaah! ¡Qué horror! Las pelis de rancheros me parecían muy aburridas, sobre todo cuando los protagonistas cantan mientras galopan sin perder el estilo ni la nota
Me divertía más las que trataban de reflejar a la “juventud descarriada”, los bailes a gogo, las chicas en minifalda y los hombres rudos vestidos de negro en carreras de autos. “Cinco de chocolate y una de fresa”, “El gánster” Con los muy jóvenes Fernando Lujan, Héctor Suárez, Enrique Guzmán, Cesar Costa, la novia de México: Angélica María, Julissa y aunque ya era una mujer madura Silvia Pinal participo en pelis de aquella época.



Las que me deprimían eran las de rumberas y ficheras, las primeras por las historias de poca esperanza y fe y las segundas por lo pésimo que eran sus argumentos. Mi tía y yo veíamos ciclos de cine completos: las del Santo y todos los demás luchadores; las de Terror; las de madres abnegadas, las de Mauricio Garcés, Viruta y Capulina, rebeldes sin causa, Gangsters, Las de Ignacio López Tarso, las de Joaquín Pardave, Sara García y desde luego el trabajo de la mamacita de Meche Carreño, donde explotaban su cuerpo de jícara oaxaqueña. Creo que las pasaban por el canal nueve y los fines de semana por el canal 2

Las que me dejaron marcada fueron “El hombre de papel”, “Días de otoño” y “Macario” con Ignacio López Tarso; La Perla con Dolores del Rio bajo la dirección de Emilio “el indio” Fernández y fotografía de Gabriel Figueroa, Animas Trujano, El esqueleto de la Señora Morales con Arturo de Cordova que me parecía un ñoñazo pero ahora lo veo como todo un tipazo. Una que veo cada que me la encuentro es Escuela de Vagabundos, río sin remedio; “Los cachorros” con José Alonso y la muy joven y flaca Elena Rojo. Me impacta la escena de María Rojo y José Alonso; ella descubre su terrible secreto y él se pone como loco ¡De miedo! Y mis películas favorita de verdadero terror son of curse “El libro de piedra” “Hasta el viento tiene miedo” y “Más negro que la noche” con Lucia Méndez, Susana Dosamantes (en dónde el espectador puede darse cuenta que su hija Paulina Rubio no saco la belleza ni la gracia de su madre) y Elena Rojo
Y hay muchas más, algunas no las he vuelto a ver y no recuerdo ni sus nombres. Películas de los cincuenta, sesenta y setenta. Los años ochenta nos lo saltamos, todo el “glamour” de Los Almada y Valentín Trujillo ni los pelamos.

Si algo he de agradecerle profundamente a mi tía es que tengo en mi memoria nombres como Fanny Cano, Roberto Cañedo, Rodolfo de Anda (ese tipo me prende). Y debo aceptar que me encanta sentarme a disfrutar de este cine.
Y cuando tenía como 11 años conoci “el otro cine” el de Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Jaime Humberto Hermosillo, lo cual no fue tan bueno, pero de eso escribiré después.