jueves, 11 de septiembre de 2008

Mucho y nada que hacer


Me la pase encerrada en la oficina casi toda la semana y a pesar de que el ambiente es de lo mejor en muchos momentos me aburrí como una ostra. Pero no estuvo tan mal. Sigo pensando que funciono muy bien por las mañana, me gusta levantarme cuando todavía no amanece y sentir el fresco cuando salgo de casa. Eso o de plano comenzar mis actividades después de las 3 de la tarde.

El martes, Serch me invito a comer sushi a la condesa y nos dimos un atascon de gran variedad para finalizar con dos postres. Salimos del restauran a caminar por las calles fresas de dicha colonia en busca de un bolso para esta humilde aprendiz de escritora. Serch es un hombre que posee el don de ser un gran acompañante, en cuanto a compras se refiere. Le encanta la moda, los objetos raros y extravagantes, asì que me llevo a las tiendas más "nice" de la zona. Terminamos sentados en una banca del parque México hablando de las muertes prematuras y que los gatos y perros son la mejor medicina para el alma.

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Estar en una compañía artística multidisciplinaria tiene grandes ventajas y satisfacciones sobretodo a nivel emocional y espiritual. Pero a veces esos flujos de emociones se convierten en armas de doble filo.
¿Has estado cerca de enfermos terminales? ¿Gente esperando un riñón? ¿Niños que sienten que no tienen cabida en este mundo? ¿Ancianos olvidados por los suyos? ¿Personas que se les olvida que son personas? UFF! A nivel energético es lo peor, que la gente se ponga a llorar sin importar nada y te tomen de las manos, tan fuerte en busca de consuelo o alivio.

Respira, respira profundo
Mantén los ojos cerrados
Sigue buscando ahí dentro
Escucha tu respiración
Envuelvete en el aroma
En las texturas
Y en los sabores
Conciente de tu palpitar
Escúchate
Deja de buscar
Ya no lo hagas
Todo esta ahí dentro

Actualmente escuchando:
The Best of Van MorrisonPor: Van Morrison