Ayer en el espacio dibuje un ser mitad animal, mitad fruta, se llama Fructuoso. Es como un gato al que si lo hueles sabras que es citrico como el kiwi y también tiene lunares oscuros.
Tiene la capacidad de dormirse en cualquier lugar, no importando el ruido o el movimiento. Le gusta embestir a la gente que quiere y frotarse en ellos, también disfruta de acariciar con sus patitas cualquier parte blanda del cuerpo del otro y de manera muy divertida deja un agradable olor a fruta.
Tiene la capacidad de dormirse en cualquier lugar, no importando el ruido o el movimiento. Le gusta embestir a la gente que quiere y frotarse en ellos, también disfruta de acariciar con sus patitas cualquier parte blanda del cuerpo del otro y de manera muy divertida deja un agradable olor a fruta.
Aunque también tiene momentos de soledad, disfruta alejarse de todos y no ser molestado por nada ni nadie. Con sus ojos verdes se deleita de ver el movimiento de las aves que se van con el ocaso, le gusta pensar en la fricción de sus alas.
No es que sea un ser problematico pero en el sentido metaforico de la palabra, gusta ir de cacería. Colecciona sonrisas, narices extravagantes, pasiones ajenas, también caza sonidos, a veces historias de violencia e historias de amor pero también las que no se pueden explicar.
Duerme mucho, lo que no quiere decir que sea un flojo, pues le gusta estirar todo su cuerpo, y ocupar grandes espacios para saltar, doblarse y jugar.
Aunque ahora fructuoso no está de humor. Quiere dormir sin tener pesadillas.
¿Qué diablos te pasa, Fructuoso?
