Solo basto unos segundos, un centímetro cuadrado, unos cuantos pixeles, un perfil que reconocí al instante para revolcarme, para sentir que me partía en dos, una gran necesidad de tomar el teléfono y llamar. ¡Demonio! ¡Demonio! Eso es lo que eres y yo una Eva en busca del paraíso de los tontos
No lo puedo resistir